Sobre Guillermo

Mª José Martínez – Historiadora de Arte.

Cuando se habla de escultura y de hierro, nos parece mencionar un binomio perfecto, que con gran inmediatez nos lleva a los nombres de Gargallo y Serrano. Es precisamente la obra de Pablo Gargallo la que más ha influenciado a GUILLERMO BENITO, artista burgalés, que vio en sus repujados en hierro un precedente inmediato a su obra.

Es esta técnica escultórica, el repujado en hierro, la predominante de la obra de nuestro artista, quien pretende desde hace muchos años, recuperar esta extinta tradición que tanto esplendor tuvo en tiempos lejanos, aunque trabaja también en otras técnicas escultóricas como el bronce, la piedra, el poliéster, el modelado, etc.

En su obra, con predominio de elementos figurativos, el vacío, el espacio limpio… busca a la vez realzar y concentrar la atención en espacios muy determinados. A través de la preparación del metal busca el contraluz, la expresión… presentando en las obras un tratamiento diferente de texturas como elemento expresivo; otras veces lo centra exclusivamente en la captación psicológica, que él domina gracias a su preparación como dibujante, de sus estudios de retratos al carboncillo o plumilla.

Dentro de sus enfoques realistas, a veces tiene el capricho de desfigurar las formas para acentuar la expresión, y nos conduce a su mundo poético


Alfonso Salgado – Diario de Burgos

Guillermo: Alma de los metales

Esta tierra nuestra, a pesar de todos los pesares, sigue siendo la agradable caja de sorpresas que encierra todas las manifestaciones del talento y todos los sentimientos del alma. Así, por ejemplo, con esto de andar metido en las cosas del Arte, puede uno dar con hombres de gesto grave, con el ánimo de trascendencia en la mirada, cuya presencia tiene todo el aire de la inteligencia, de la delicadeza de espíritu que se envuelve en la palabra austera, pero que estalla, obras adelante, en la magnificencia de una belleza que puede salir de donde solo Dios y el genio saben que sale.

Con todo esto, estoy hablando de GUILLERMO, nombre para el Arte. De Guillermo Benito Núñez, para rendir tributo al DNI. Quiero decir que cito y me refiero a un hombre que, aprendiendo por su cuenta y riesgo (que de él me enteré que no hay maestro de la cosa), dedica la labor fundamental de cerebro, corazón y manos a convertir, ni más ni menos, las hechuras materiales del hierro en explosión de belleza repujada. Y por si fuera poco, de cada obra, metal adelante, sale rezumando el espíritu creador, el que habla de hacer el mundo más hermoso con lo único que se puede hacer: La belleza del Arte.

Guillermo es Guillermo. Lo descubrí por casualidad, como ocurre con casi todos los hombres de valía en nuestra región. Y repitiendo: Guillermo es Guillermo, la demostración casi cartesiana de que el hierro, los metales, contra la opinión más generalizada, sí tienen alma.

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